Basado en los testimonios de más de 840 personas—entre ellas niñas, niños, madres, padres, líderes comunitarios, autoridades locales y religiosas—el reporte muestra cómo la inseguridad, el hambre y el desplazamiento forzado han transformado la vida cotidiana en Haití.
Sin embargo, Jesús nos enseñó que cuando la comunidad comparte con amor, lo poco se multiplica y transforma realidades.
Más allá de las cifras, este informe es una llamada de atención. La niñez está perdiendo su derecho a la seguridad, a la educación y a la esperanza. Los servicios públicos se están desmoronando, y el impacto emocional en las familias es alarmante.
World Vision hace un llamado urgente a la acción nacional e internacional para proteger los derechos de la niñez, restaurar la seguridad pública e invertir en la resiliencia comunitaria.