World Vision da la bienvenida al anuncio del lanzamiento de la vacuna de la COVID-19 en el Reino Unido pero advierte que debe administrarse de forma justa
- World Vision pide a los líderes mundiales que se aseguren de que no solo los países ricos reciban la vacuna rápidamente
- La vacuna debe administrarse de forma segura y justa
- Y debe llegar rápidamente a los refugiados que viven en campamentos abarrotados, a las personas de barrios marginales urbanos y a los más pobres que han sufrido las graves consecuencias de los confinamientos
Miércoles, 2 de diciembre de 2020: World Vision da la bienvenida a la noticia de que el Reino Unido comenzará el despliegue de una vacuna contra la COVID-19 la próxima semana, pero pide a los líderes mundiales que se aseguren de que no solo los países ricos reciban la vacuna rápidamente.
La noticia del lanzamiento de la vacuna contra la COVID-19 en 2020 es la noticia que el mundo necesitaba escuchar. Sin embargo, hay que asegurarse de que se produzca pronto una participación equitativa de los más vulnerables en todo el mundo.
“Esta es una noticia maravillosa con mucho potencial para cambiar vidas”, afirma el presidente y director ejecutivo de World Vision International, Andrew Morley. “Pero la lotería de haber nacido en un sitio u otro nunca debería afectar al acceso a las vacunas. Es un derecho humano y todos deberíamos ser iguales. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que el gran trabajo de algunas de las personas más capaces del mundo, respaldadas por las últimas tecnologías, no se utilice para afianzar las desigualdades a las que se enfrentan tantos niños, niñas y comunidades”.
Es esencial que la vacuna llegue rápidamente a los refugiados que viven en campamentos abarrotados, a las personas que viven en barrios marginales urbanos donde el virus se propaga más fácilmente, a los más pobres que han sufrido las graves consecuencias de los confinamientos, a muchas poblaciones minoritarias y a los niños más vulnerables debido al colapso de los medios de vida familiares.
La vacuna debe administrarse de forma segura y justa. Los líderes mundiales deben garantizar que las asignaciones de la primera fase se utilicen tanto estratégicamente para contener la pandemia como moralmente para priorizar a las personas más vulnerables y de mayor riesgo. Mientras tanto, es fundamental que las personas continúen adhiriéndose a las medidas de prevención diseñadas para contener la propagación de la COVID-19.
“Las respuestas a esta devastadora pandemia no deben darse solo a quienes más voz o dinero tienen. Las réplicas de la COVID-19 están causando estragos en la vida de los niños y niñas y amenazan con seguir haciéndolo. Los niños merecen la oportunidad de sobrevivir y prosperar; asegurémonos de que les llegue el impacto de las noticias positivas de hoy», concluye Andrew Morley.